Capuchinos
Queremos vivir ese gran amor de Francisco por Jesús que lo llevó a vivir el evangelio entre los pobres.
¡Te lo aseguramos en el Señor que vale la pena dar la vida por este ideal!
Paz y Bien
El 25 de setiembre de 1948, cinco hermanos: Casimiro Cánepa, Emerico Reppeto, dos ex capellanes militares; además los jóvenes Domingo Capponi, Donato Gabella, y Juan Benito Morosini, procedentes de la Provincia de Génova llegaron a Lima y fueron recibidos por nuestro Hno. León Benavides. Los seis tenían una misión: irradiar nuestro carisma franciscano capuchino en tierras peruanas.
Así comienza esta historia, la historia de nuestra Orden en el Perú, que hasta la actualidad ha alegrado con la Buena Noticia del Evangelio, el corazón de muchos peruanos y desde hace más de diez años a nuestros hermanos de Bolivia.
En nuestra itinerancia, según nuestro carisma, hemos llevado y llevamos el mensaje de salvación a las diferentes ciudades, pueblos, asentamientos humanos y parroquias. También llevamos este mensaje a nuestras obras sociales (colegios, clínica y a la Ciudad de los Niños).
Damos gracias a Dios porque nos permite contemplar sus maravillas en cada momento de nuestra consagración, de ser partícipes de esta aventura que comenzó hace 71 años.
Donaciones
Si estás interesado en colaborar con nuestras labores de evangelización, de acción social, de formación o con cualquiera de nuestras obras; puedes hacerlo a través de la cuenta del cuadro siguiente. ¡Que Dios te multiplique en bendiciones por tu generosidad!
BCP
Cuenta corriente
A nombre de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos de San Francisco
RUC: 20137456843
- Soles: 194-2658339-0-07
- CI 002-194-002658339007-90
Centenarios Franciscanos
Estos años celebramos 800 años de los siguientes acontecimientos:
Año |
Celebración |
2023 |
Navidad en Greccio (Indulgencia plenaria) y Regla Bulada |
2024 |
Los estigmas de san Francisco |
2025 |
Cántico del hermano Sol |
2026 |
Tránsito o pascua de san Francisco |
¡Que el Señor derrame sus gracias sobre los que seguimos estos acontecimientos y que reaviven la llama del amor a Dios!